
EMOTIVA CEREMONIA DE GRADUACIÓN EN LA UNIVERSIDAD PARA EL DESARROLLO ANDINO: 47 JÓVENES RECIBIERON SUS GRADOS Y TÍTULOS
El pasado viernes 2 de mayo fue una fecha inolvidable para la comunidad UDEA: 47 jóvenes recibieron sus respectivos grados y títulos en una emotiva ceremonia celebrada en el campus de la Universidad para el Desarrollo Andino.
La ceremonia congregó a las principales autoridades universitarias, familiares, docentes, personal administrativo y, por supuesto, a los flamantes graduados y titulados. Fue un momento de celebración, reflexión y esperanza, marcado por discursos inspiradores y la emoción visible de los presentes.
Un mensaje de sabiduría y propósito
El rector de la Universidad, al dirigir unas sentidas palabras a los egresados, evocó la figura de la fundadora de la UDEA, la Madre Luz María Álvarez Calderón Fernandini, y subrayó el propósito profundo de la educación universitaria: «formar personas de bien, que sean capaces de realizarse como seres humanos entregando lo mejor de sí a sus familias, comunidades y entornos sociales o laborales.»
Con una metáfora marinera, el rector comparó el momento de la graduación con el zarpar de un navegante: “Por un lado, sentirán la alegría del partir, de desplegar velas hacia nuevos horizontes; por otro, la nostalgia de dejar atrás los años universitarios.”
Instó a los graduados a continuar cultivándose ante el vertiginoso avance del conocimiento, pero también a no perder de vista el mayor legado que deja la universidad: “Antes que ser exitosos, les deseo que sean felices, que liberen su potencial al servicio de causas justas y solidarias.”

La voz de los graduados
A nombre de la promoción, una representante de los graduados expresó su profundo agradecimiento a la universidad, a los docentes, al personal administrativo y a sus compañeros de estudio. En su discurso destacó el valor de la formación recibida y el impacto que tuvo en su vocación: “La UDEA no solo fue el lugar donde adquirí conocimientos, sino donde aprendí a comprender la realidad de nuestro país y fortalecer mi vocación como educadora comprometida con la transformación social.”
“Gracias, Universidad para el Desarrollo Andino, por sembrar en mí el amor por enseñar y el compromiso con mi comunidad.”
Testimonios que inspiran: historias de esfuerzo, raíces y transformación
Cada grado y título entregado representa una historia de esfuerzo y esperanza. Algunas de ellas se convirtieron en ejemplo y orgullo para sus comunidades.
Una de estas historias es la de Elizabeth Aparco Choccelahua, Licenciada en Educación Inicial y Bilingüe, natural de Lircay. Ella proviene de una familia quechuahablante con siete hermanos y es la primera en titularse a nivel universitario.
“Mi papá lustra zapatos y mi mamá es ama de casa. Este logro representa superación personal, sacrificio recompensado y la posibilidad real de romper ciclos. Es la prueba de que abrir nuevas oportunidades sí es posible,” expresó emocionada.

Desde la comunidad de Huaripampa – Yanaututo, también llegaron con orgullo Rocío Sarmiento Oncebay y su prima Ruth Oncebay Huincho, ambas bachilleres en Educación Inicial y Bilingüe. Sus familias son quechuahablantes, y ambas jóvenes son las primeras en obtener un grado universitario en su entorno familiar.
“Mi papá trabaja en la mina Buenaventura – Julcani, y este logro representa una alegría inmensa para toda nuestra familia,” cuenta Rocío, conmovida por el significado de su graduación. Para ambas, el título universitario simboliza más que un logro académico: es un acto de dignificación, un puente entre sus raíces andinas y el futuro profesional que están construyendo.

Un nuevo comienzo
La ceremonia culminó con la entrega oficial de grados y títulos, entre aplausos, abrazos y fotografías que inmortalizaron este nuevo comienzo. En sus rostros se reflejaban la alegría del logro alcanzado y la esperanza por lo que viene.
La Universidad para el Desarrollo Andino felicita a cada uno de sus nuevos profesionales y reitera su compromiso de seguir formando líderes éticos, comprometidos y solidarios. Las puertas de su alma máter siempre estarán abiertas.